Recibi un mail en donde me invitan a una reunión con una senadora para solicitarle que incluya en la ley de Radiodifusión la matriculación obligatoria para poder trabajar en los medios. Pero que algo sea incluido en una ley no significa que sea bueno. En muchos casos no son más que intereses corporativos. Y creo que este es un buen ejemplo. Para ser médico hace falta matrícula ¿es obvio no? Esta en juego la vida de una persona, o un animal en el caso de un veterinario. ¿Un arquitecto? tambien, puedo morir bajo una loza mal realizada. Pero…. en muchos casos la matriculación no es más que para cuidar de forma corporativa un lugar de trabajo….aunque no lo merezcamos. Y ese es el caso….a mi humilde entender, de locutores, productores y operadores, entre tantas otras profesiones que se dan en los medios. Por suerte, y no es una cuestión de amores u odios con los locutores, con esta profesión está pasando eso. Ya no importa si la voz es natural, engolada, perfecta, neutra o con acento. Lo que importa es que tenga llegada a la gente. Si estudias o te preparas mucho mejor, pero eso no tiene ni puede ser un requisito para pertenecer. En el Iser aprendi, no lo dudo, aprendimos todos, mi título dice Productor Integral de Radio y TV. Una gran mentira. Y si la matriculación es solo para que los que “estudiamos” podamos trabajar, es absolutamente una injusticia. Prefiero un productor periodístico de TV que se recibió de Licenciado en Ciencias Políticas que uno salido del ISER o de la Facultad de Comunicación Social. Los tiempos están cambiando y aunque nos resistamos no hay nadie que lo pare.
¿Un ingenierio? Obvio!!!! puedo desaparecer de la faz de la tierra al cruzar un puente colgante que no soporte una leve brisa.
Y con los productores es aún mayor el caso.
La TV está muy lejos de ser el ISER y esta muy lejos de ser algo de vida o muerte. Es más…la TV está muy lejos de ser….
Un trabajo te lo ganás porque sos bueno, con sacrificio y pagando derecho de piso. Si estudiaste sumas algún punto extra. Pero no te puede hacer acreedor de una exclusividad sectaria.
Prefiero un Artista Plástico, un músico o un escritor que un Productor de Ficción salido del ISER o alguna otra escuela donde lo esencial parece ser manejar con destreza un mixer o saber mezclar audios.
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